Una educación emprendedora se basa en ayudar a nuestros jóvenes a desatar el potencial que tienen dentro de sí, a enseñarles que no pasa nada si se equivocan, que el explorar y recorrer el camino es tan importante como llegar a la meta.
Probablemente en ocasiones las cosas no se vean bien, el impacto del cambio climático, la estructura de las empresas está cambiando, el aumento de desempleo, la desigualdad económica y la inconsciencia política.
Pero una de las claves del futuro de nuestras generaciones venideras es fomentar otro tipo de educación, una educación para emprender que les ayude a saber convivir con esa incertidumbre, es prioritario aprender a sacar lo mejor de sí mismos y anteponerse en medio de las dificultades, porque emprender no es sólo crear empresas; es una actitud en la vida, es ser capaz de buscar soluciones donde el resto ve problemas, es descubrir lo que amas hacer en la vida y perseguirlo por encima de todo.
Por tu educación y deseos de superación.